Una vieja escuadrilla de aviones de la segunda guerra mundial surca (en mi imaginación) los cielos de un grisáceo Bilbao.
Lo que más me llama la atención de este «arte digital» es constatar que parece que el Museo Guggenheim ha estado siempre en Bilbao, cuando la realidad es que lleva pocos años.
Espero que os guste 😉