Vender un cuadro siempre es duro para mi .
Es tener que separarte de algo en lo que has invertido mucho tiempo y cariño, pero es ley de vida. Es como cuando los hijos crecen y se van de casa.
El propósito de los cuadros (al menos los mios) es servir para «iluminar» rincones especiales y pasar a ser piezas fundamentales en la decoración de los hogares.
«Torre de Cristal» (basado en la Torre iberdrola), una de mis últimas obras (técnica mixta, tintas sobre cristal y collage de fotos) se fué para Copenhague (el comprador vive allí).
En fin, buen viaje y muchas gracias 🙂