Como diseñador que soy cuando me preguntan por lo que considero el mejor diseño de Bilbao siempre hago referencia al Metro de Bilbao.
Y no solo hablo de su identidad corporativa, que tiene una sobriedad fuera de serie, también hablo de aspectos como su arquitectura con los fosteritos brotando de la tierra como mayor ejemplo de integración entre tierra y aire.
Su arquitectura interior es realmente impecable y no cabe duda que el equipo de Norman Foster hizo un maravilloso y fino trabajo.
Sus líneas de diseño son realmente fascinantes. Y no digamos los materiales utilizados.
Suelo pasar mucho tiempo en el y la verdad es que siempre descubro algún detalle en el que no me había fijado antes. Y quizás eso forma parte de su secreto para gustarme tanto y que lo hace un espacio tan especial para mi, ya que puede parecer que no tiene muchas cosas (minimalista) y finalmente descubrir que es un mundo (paralelo al nuestro) con millones de pequeños detalles que finalmente hacen de el un lugar fuera de serie.
Cuando hablamos de turismo creo que se debería también dar importancia de cara a buscar potenciales visitantes al Metro Bilbao e incluso buscar, que con creatividad e imaginación seguro que se podría lograr, asociar a la potente imagen e indudable llamada de cara al turismo del Museo Guggenheim Bilbao.
La unión (de los elemente arquitectónicos) en las ciudades hacen la fuerza.
Y por dar una idea que es totalmente factible de hacer, llevar obras o reproducciones de ellas del «Museo Guggenheim» a las paredes del Metro (como otros paneles que he visto anunciando exposiciones o eventos especiales) haciendo una extensión del propio museo las instalaciones del metro.
Esto indudablemente invitaría a los visitantes a desplazarse además a otras «paradas» y de paso descubrir nuevos destinos en Bizkaia.
Ahí dejo la idea.
Son muchas las fotografías que he sacado y aquí os muestro las últimas. Espero os gusten 😉