"Sobre mi blog, parte I" por Donibane

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Sobre mi blog, parte 1, por Donibane
Sobre mi blog, parte I, por Donibane

Recuerdo exactamente el día, la hora y el minuto en el que decidí que tendría mi propio blog.
Fue con total seguridad el 11 de Febrero de 2008. Y la hora, las 19:45 p.m.
¿Y cómo puede saber uno algo con tanta exactitud habiendo pasado tantos años?
Pues muy sencillo. Ese día presentaba en el Guggenheim de Bilbao el siempre polifacético Alberto Ortiz de Zarate  su libro “Manual de uso del blog en la empresa: cómo prosperar en la sociedad de la conversación, publicado por Infonomía y patrocinado por Agoranet.
Por lo que para saber la fecha de mi reflexión solo he tenido que visitar su blog y fijarme en las fechas.
Ese día, sin duda alguna, me di cuenta del auténtico poder del blog. Te permitía controlar tu propia publicación, hacer RSS, poder tener comentarios, facilidad de acceder a estadísticas, etc.

Era la auténtica revolución 2.0
Es cierto es que antes yo ya había hecho alguna intentona sobre el tema, pero aquellos blogs no duraron mucho ya que no les dedique mucha atención.
Lo primero que uno tiene en mente es hacer un blog que sea visitado por mucha gente, algo así como una bitácora con miles o mejor, millones de entradas diarias, cientos de comentarios, seguidores de todos los países del mundo, etc.
Buscar el «tema» sobre el que tratará el blog lleva un tiempo. Yo empecé hablando de cine, simplemente hacía mención a una película que había visto y puse mi comentario.
Pero no funciono ya que yo mismo me desanime al darme cuenta que tampoco era un tema que me interesaba mucho. Tenía que escribir sobre las cosas que realmente me gustaban y a las que me dedicaba a diario y esas son las que muestra el encabezado o mancheta de mi blog.
El arte, el diseño, la música, la fotografía, el marketing online, los viajes, otros artistas, etc. eso sí que me interesa de verdad.
Y efectivamente, con este nuevo blog triunfé. Y el triunfo se mide no por las visitas (que tampoco me quejo para el tiempo que llevo) más bien por lo mucho y bien que me ha ayudado a sacar las cosas que tengo dentro de mi cabeza y hacerlo además de forma ordenada obligándome a escribirlas y documentarlas (que como los escritores saben es la mejor forma de ordenar las ideas).
Digamos que es mi terapia personal y esto es algo que he comentado con muchos blogeros y muchos comparten esta misma idea.
Hoy en día que todo son noticias de crisis, historias de perdedores y de gente vencida, poder tener un espacio para el optimismo personal donde compartir, normalmente con una imagen y/o  con un consejo, pequeños detalles como yo les llamo, de mi visión siempre positiva de la vida es para mí todo una fórmula para seguir adelante y hacerlo de forma muy sana.
«Compartir» es la clave para aquellos que realmente queremos triunfar con un blog. La forma de medir las cosas varía dependiendo las personas, sus circunstancias e intereses.  En mi caso, y como ya he dicho antes, mi triunfo es tener todos los días ganas de seguir publicando post (y además hacerlo).
Mi primera incursión «en serio», a principios del año 2009 tuvo como proveedor a «Nireblog», una genial iniciativa, de además de gente de aquí, pero que por desgracia al final y como ya me comentó Lorea, «murió de éxito» y tuvieron que cerrar.
A pesar de perder el posicionamiento y claro, todas las referencias a mi blog pues solo tengo palabras de agradecimiento a la gente que se le ocurrió ayudar a los demás.
Tuve entonces que migrar a WordPress y es donde me mantengo desde hace ya un par de años. La elección de este proveedor de blogs responde más a una estrategia personal que a otra cosa. En la empresa para la cual trabajo desde hace más de 14 años, Serikat, me habían propuesto entrar al recientemente creado departamente de Marketing Online. Yo había aceptado y uno de los primeros trabajos que me habían asignado era la creación y mantenimiento del blog corporativo, Blogikat  (obviamente la palabrita viene de juntar  Blog y de Serikat). Y la decisión había sido utilizar «blogger», por lo que prefería cambiar de proveedor para poder luego comparar y ofrecer a los clientes una oferta más amplia.
Recordemos que los blogs son parte también de la estrategia empresarial. Pero esto es otro post que algún día desarrollaré.
Durante estos cuatro años el mundo «social media» ha evolucionado mucho lo mismo que también lo he hecho yo y seguramente todos vosotros.
Aparentemente las redes sociales se han posicionado como los grandes triunfadores, al menos de forma momentánea, dentro de esta gran «media».
Y los blogs, pues para que mentirnos, siguen teniendo su espacio pero tienen que cambiar algunas cosas, entre ellas la forma de hacer que la gente nos siga.
Y luego está el tema de los comentarios. Los gente que los escribe lo hace mayormente en las redes sociales por lo que esta «opción» queda relegada a un segundo término dentro de lo que queremos encontrar al crear un blog, nos guste o no.
Escuchar sí, pero ¿dónde?
En mi caso, yo utilizo el blog como repositorio de mis publicaciones en las redes sociales en las que participo, entre otras Facebook, Instagram, Twitter, Pinterest, Linkedin, Youtube, Flickr (y mejor no sigo que todavía quedan algunas).
Allí los comentarios a mis «post» se multiplican ya que resulta sencillo a mis amigos/contactos/seguidores hacerlo.
La estadística del blog me ha enseñado que cada vez que viralizo una noticia, es decir, la  publico en mi blog y le doy «visibilidad» en las redes sociales las entradas se multiplican.
En resumen, la gente viene al blog pero lo hace buscando informarse del desarrollo de una noticia que ha podido llamarle la atención a través de un pequeño titular o fotografía.
El ser artista y en esta fase de mi desarrollo artístico utilizando masivamente la herramienta fotográfica digital (explicar esto también lo dejo para otro post) no cabe duda que me da bastante ventaja respecto a otros blogs basados en conceptos escritos, menos gráficos y más espesos.
Si además lo aderezas con algo de música para lograr crear el ambiente perfecto, que la gente se sienta cómoda y relajada en esta «su piscina de creatividad» donde poder sumergirse a contemplar y de vez en cuando, “a leer” y por supuesto “a comentar”, pues para mí, como anfitrión, será todo un halago.
Muchas gracias por leer mis pensamientos 😉