Siempre que mis hijos se pegan (lo cual por el tema de la competitividad entre hermanos y a pesar de su diferencia de edad es bastante a menudo) le digo al mayor que no lo haga ya que el nos pidió un hermanito y ahora debe cuidarlo en vez de atizarle (aunque es el pequeño quien busca la boca al mayor, lo cual me hace pensar que es algo provocado).
En fin, como recuerdo de los tiernos momentos de sus infancias me quedo con esta foto… (aunque ahora el cepillo vale más como arma arrojadiza), pero «¿quién no se ha pegado con su hermano?» 😉